En el sexto capítulo del podcast “Entretejiendo Redes”, denominado “Colaborando en el trabajo con infancia, adolescencia y sus familias”, hemos tenido la posibilidad de encontrarnos con la Mg. Ps. Alejandra Cueva Rojas, quien actualmente se desempeña en el Programa Mi Abogado, quien tiene 16 años de experiencia trabajando con infancia y adolescencia. En este capítulo nuestra entrevistadora colega y socia titular, la trabajadora social clínica; Alexa Altamirano Soto, ahonda en la relevancia del trabajo multidisciplinario y especialmente en la importancia de la conformación de una alianza terapéutica entre las disciplinas.
Alejandra destaca en la entrevista que desconocía la figura del Trabajo Social Clínico, pues hasta ese momento si bien había trabajado con profesionales del área siempre había sido bajo una visión asistencialista de entrega de beneficios sociales y con una división de tareas muy marcada, donde la trabajadora social (en la mayoría de los casos mujeres) se ocupaba de abordar las competencias parentales y la psicóloga de abordan el trabajo con los niños/as y adolescentes, por lo que el trabajo en una alianza terapéutica era más bien escaso.
La entrevistada recuerda de manera muy anecdótica el primer encuentro con su co-terapeuta quien actualmente es la presidenta de la Sociedad de Trabajo Social Clínico, Estephanie Cruz Catalán, cuando trabajaron juntas en un programa nuevo de curaduría, lo que represento un gran desafío ya que señala no tenían muy claro lo iban a hacer. Alejandra rememora la primera entrevista que realizaron en conjunto, donde tras salir y retroalimentarse entre colegas, ésta enfatiza en la necesidad de haber podido interactuar más con las familias, no obstante, si recuerda que Estephanie comenta la importancia de haber interactuado más con la familia. Tras aquello, se continúo afianzando el vínculo entre ambas.
Desde el trabajo que ellas desarrollaron como co-terapeutas, destaca la posibilidad que se dieron ambas de mirar a las familias desde otra visión, una mirada más comprensiva, donde se encuentran abiertos los caminos para la generación de nuevos análisis en su actuar y de esta forma generar conversaciones movilizadoras con las familias, entendiendo la historicidad junto a la relevancia del contexto, lo que permite en consecuencia ampliar la mirada y salir de una lógica opresiva, estigmatizadora y polarizada que en la mayoría de los casos envuelve a los programas. Teniendo certeza absoluta que es la manera de “intervenir” para que realmente las familias puedan generar cambios en sus formas, creencias y paradigmas. Lo que vuelve esta aventura aún más desafiante es que se encontraban trabajando en el “último programa del sistema, antes que el niño/a o adolescente fuera definitivamente derivado a una residencia”, de acuerdo a las propias palabras de Alejandra.
En este escenario tan adverso es un regalo que se encuentren y compartan experiencias, algo que Alejandra señala como trascendental fue la relación humana que se construyó con su co-terapeuta, la cual requirió dejar de lado los egos profesionales. Además, acompaño este proceso la apertura que ambas mostraron a nuevos aprendizajes, disponerse en una actitud agradable con la otra persona, entendiendo el contexto adverso de la misma labor que realizaban, aprender a guardar silencio, la relevancia de la solidaridad entre los/as colegas, lo cual señala ayuda a la construcción de la credibilidad y coherencia para el trabajo con las familias.
Si bien señala que en la co–terapia es relevante que se sitúe dentro de un enfoque específico, para armar un mapa, considerando las necesidades de consistencia interna que requieren las familias, la alianza terapéutica es fundamental para el avance de las personas, la conexión humana trasciende el enfoque utilizado, propiciando el aprendizaje
bi – direccional.
Finalmente, nos señala que el gran aprendizaje del trabajo realizado es la certeza que el vínculo es el que sana, ya que este es el que permanece. Los modelos y los enfoques metodológicos van cambiando en virtud de las necesidades de las personas y familias.
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